CAPITULO II: HAY DIAS EN LOS QUE SIMPLEMENTE QUIERES SALIR CORRIENDO…

HAY DIAS EN LOS QUE SIMPLEMENTE QUIERES SALIR CORRIENDO…

Would you like to read this article in English? Click here:

Hay días en los que siento un peso en el pecho, una tristeza que me acompaña sin una causa aparente. No ha pasado nada grave, no hay una razón concreta, pero siento un vacío que no puedo explicar. Son momentos en los que todo parece cuesta arriba, y aunque intento continuar con mi rutina, algo dentro de mí me dice que hoy simplemente no puedo con todo. Y aprendí que está bien. Porque no todos los días tienen que ser perfectos, y no siempre tengo que entender el porqué de mis emociones. A veces, solo necesito darme el espacio para sentir, para soltar, para aceptar que estos momentos también forman parte de la vida.

¿Por qué me pasa esto?

No siempre hay una razón evidente para la tristeza. He notado que puede ser una acumulación de estrés, cansancio emocional, cambios hormonales o incluso la falta de descanso.

También puede ser mi cuerpo y mi mente enviándome una señal: que necesito parar, que necesito volver a mí, escucharme con más atención. Y eso es lo que hago. Reconozco que estos días son normales. Y así como llegan… también se van.

Lo que me ayuda en esos días: Cuando la tristeza aparece sin previo aviso, hay pequeñas cosas que me ayudan a atravesarla con más calma:

Me permito sentir – Ya no me obligo a estar bien de inmediato. Reconocer la emoción sin juzgarla es mi primer paso para liberarla.

Hago una pausaA veces, solo detenerme y respirar profundo cambia todo.

Busco mis placeres simples – Escucho mi música favorita, veo una película suave, o me regalo una ducha caliente.

Escribo lo que sientoLlevar un diario emocional me ayuda a poner en palabras lo que llevo dentro y a ver con más claridad.

Me muevo – Camino, estiro mi cuerpo o hago alguna actividad física suave. Siempre me libera y mejora mi ánimo.

Hablo con alguienA veces, solo necesito decir en voz alta lo que siento. Una llamada, un mensaje… y me siento acompañada.

Practico la gratitud – Aunque el día se sienta gris, me obligo a anotar tres cosas por las que me siento agradecida. Y algo dentro de mí empieza a cambiar.

Una anécdota para recordar: Recuerdo un día en particular en el que desperté con esa tristeza inexplicable. No había pasado nada malo, pero sentía un vacío profundo. Intenté ignorarlo y seguir como si nada, pero a cada paso la sensación pesaba más.

Ese día decidí hacer algo diferente: salí a caminar sin rumbo, puse una playlist que me traía buenos recuerdos y me senté en un parque a respirar.

En ese momento entendí algo importante: a veces no necesito entender la tristeza… solo necesito dejarme sentir y permitir que pase.
Y, como siempre, pasó.

Frases que me sostienen

  • No todos los días son buenos, pero siempre hay algo bueno en cada día.

  • Las tormentas también pasan, y después de ellas, el cielo se ve más claro.

  • Permítete sentir, pero no te quedes atrapada en la tristeza.

Un reto para mí (y para ti si lo necesitas)

Esta semana quiero regalarme una actividad que me traiga calma. Algo en solitario: un paseo, un momento de lectura, una pausa consciente.

Y si tú también lo haces, cuéntamelo en los comentarios. Me encantará leerte.

Recuerdo que estos días difíciles no me definen. Solo son parte del camino. Y al final… siempre vuelven los días llenos de luz.  El siguiente capítulo te espera 👉Aqui

Would you like to read this article in English? Click here:

Comentarios