EL TIEMPO PERFECTO ES EL TUYO
Vivimos en una era donde todo se comparte. Lo bueno, lo editado, lo que brilla. Y caemos, sin darnos cuenta, en la trampa de creer que estamos tarde. Nos comparamos sin saber qué hay detrás de cada historia. Pero lo que no se cuenta, lo que no se muestra, también forma parte del camino. La comparación es ladrona de paz. Te roba el gozo de tu propio proceso y te hace creer que tu valor depende de cuán rápido avances.
Hay trenes que no eran para ti. Hay caminos que requieren pausas. Y hay decisiones que, aunque lentas, te están llevando justo donde debes estar. A veces nos dicen: “te está dejando el tren”, pero tú puedes responder con tranquilidad: “el tren no me dejó, yo me bajé porque iba muy lento para lo que yo merezco”. No se trata de llegar primero, sino de llegar bien. De llegar con propósito, con sentido, con plenitud.
¿Sabes lo valiente que es pausar para sanar? ¿Lo necesario que es frenar para reelegirte? ¿El valor que hay en detenerse para reconectar contigo misma? No estás estancada, estás en construcción. No estás atrás, estás en alineación. No estás perdiendo tiempo, estás preparándote para un capítulo que tendrá sentido completo más adelante.
Nadie puede vivir tu historia por ti. Tu vida no tiene que seguir el guion de nadie más. El éxito no tiene una sola forma. El amor no tiene una sola llegada. Y el propósito no tiene un solo horario. Respeta tu ritmo. Honra tus pausas. Celebra tu forma única de avanzar.
Hoy solo quiero dejarte con esto: tu historia va bien. Tu tiempo es perfecto. Y tú no estás detrás… estás justo donde necesitas estar para florecer. Porque a veces, para avanzar, primero hay que quedarse quieta. El siguiente capítulo te espera 👉 Aqui
Comentarios